Saltos en el desarrollo mental de los bebé

Saltos en el desarrollo mental de los bebé

Los padres suelen decir que sus hijos cambian de repente, sin saber cuándo. Y tienen mucha razón, porque el desarrollo de los bebés es irregular, debido a los llamados saltos en el desarrollo. ¿Qué son, cómo sobrevivirlos y cuáles son sus características? ¡Nuestra guía lo explicará todo!

Salto en el desarrollo: ¿qué es?

Los saltos en el desarrollo son los momentos de la etapa temprana de la vida del niño en los que se produce un desarrollo repentino, principalmente mental, pero también acompañado de la progresión en las habilidades físicas. En el cerebro se forman nuevas conexiones neuronales, por lo cual el niño ve el mundo de una manera diferente a la anterior. La nueva perspectiva lleva a una acumulación de nuevas informaciones que la pequeña mente tiene que procesar, lo que puede resultarle abrumador; puede causar el malhumor y el llanto. Los saltos en el desarrollo se consideran una forma natural del desarrollo y de la maduración del sistema nervioso de los bebés.

¿Cómo prepararse para los saltos en el desarrollo de los bebés?

Con el inicio de los saltos en el desarrollo del bebé llega un bajón de su estado de ánimo: el pequeño puede estar un poco más malhumorado y llorón. ¿Es posible prepararse para la llegada de este momento tan difícil, tanto para el niño, como para los padres? Sin duda, puede ayudar la conciencia de que los saltos son un proceso natural y que todos los niños que se desarrollan correctamente tienen que pasar por ellos. Incluso, debemos estar felices cuando se producen, porque significa que el pequeño está a punto de demostrar nuevas habilidades. Los saltos en el desarrollo no se pueden evitar ni acelerar. Así que lo esencial es estar preparados para lo que se avecina: el bebé pasará más tiempo en nuestros brazos, se despertará más a menudo durante la noche y no tendrá muchas ganas de comer. Al prepararnos para ello podremos asociar estas molestias con el proceso natural del desarrollo, sin duda será más fácil pasar por esta etapa tan difícil. También se recomienda proporcionar diferentes formas de balanceo: desde llevar al bebé en un fular, pasando por estar sentado con él en una pelota de ejercicios grande, hasta simplemente mecerlo. Esto influye muy positivamente en la mayoría de los bebés, ya que los tranquiliza estimulando el sistema vestibular. También las sillas mecedoras funcionarán perfectamente, sobre todo las que imitan el movimiento natural de los brazos de los padres que balancean al niño de un lado a otro. Las sillas mecedoras de nuestra oferta LUMI o LULI ofrecen esta función.

¿Cómo reconocer un salto en el desarrollo?

¿Tu niño está irritado, tiene problemas con el sueño y el apetito? Además, necesita más caricias de lo habitual y llora muy a menudo... Es muy posible que esté pasando por un salto en el desarrollo. El creador de la primera definición del salto mental, Frans Plooij, enumera tres síntomas principales gracias a los que podemos reconocer que un bebé está entrando en una fase de desarrollo repentino: el bebé llora con frecuencia, tiene una mayor necesidad del contacto físico con sus familiares y se vuelve más irritable. A esto hay que añadir los problemas con el sueño, el hecho de despertarse frecuentes durante la noche, una mayor sensibilidad a los estímulos y la falta de apetito. A veces también es posible notar que el niño "olvida" las habilidades que ya había adquirido, como si retrocediera en su desarrollo. Esto es normal, ya que el bebé se está preparando para una nueva dosis de experiencias, mientras que las habilidades "olvidadas" volverán con la llegada de las nuevas.

Saltos en el desarrollo: ¿qué hay que tener en cuenta?

Es bueno recordar que los saltos en el desarrollo no duran para siempre y su tiempo es variable. Se supone que cada siguiente salto es más largo, pero menos intenso. Además, se estima que los más cortos duran aproximadamente una semana, mientras que los más largos duran entre 6 y 7 semanas. Sobre todo, tengamos en cuenta que los saltos en el desarrollo no son una fase fija y permanente en la vida de cada niño. Ni siquiera los pediatras están seguros de cuántos son y cuándo se producen. La mayoría de las veces se habla de siete saltos durante el primer año de vida, sin embargo, también pueden producirse en los siguientes años. Por lo tanto, no debemos tratar este esquema de etapas sucesivas como un dato duro e invariable, sino como una indicación para señalar en qué hay que prestar atención.

En la casa, la mamá está sentada al lado de la hamaca LUMI en la que está el bebé.

Saltos en el desarrollo durante el primer año de vida

El primer salto en el desarrollo: 5.ª semana (2.º mes) de vida

El primer salto en el desarrollo está relacionado directamente con las emociones causadas por la reacción del bebé al mundo que lo rodea. Su mirada comienza a observar los objetos deteniéndose en los rostros. El bebé demuestra la hipersensibilidad a los estímulos, por lo cual es importante garantizarle la paz y la tranquilidad. Es fácil sobreestimularlo, por eso se recomienda limitar el número de sensaciones que experimenta el bebé: evitéis los juguetes musicales, demasiado coloridos o los que ofrecen un número excesivo de canciones o funciones. Es el momento en que pueden aparecer las primeras lágrimas, en vez de un sonido del llanto de un recién nacido, pero también la primera sonrisa.

El segundo salto en el desarrollo: 7.ª semana (2.º mes) de vida

El segundo salto en el desarrollo tiene lugar entre la séptima y la novena semana de vida del bebé. Es el momento en que el niño comienza a notar particularidades en el comportamiento de sus familiares, es decir un ritmo del día definido. Por eso es tan importante que el horario del bebé esté lleno de rituales constantes que se repiten cíclicamente: la hora de la siesta, de comer, de bañarse, etc. Esto lo ubica en la realidad y simplemente le garantiza una sensación de seguridad. El segundo salto en el desarrollo también está relacionado con el descubrimiento de sus manos. Se puede notar cómo el bebé las observa atentamente, juega con ellas tocando cosas diferentes o las estira para agarrar los juguetes. De este modo, se desarrolla su motricidad fina y sus movimientos se vuelven más precisos.

El tercer salto en el desarrollo: 11.ª semana (3.er mes) de vida

Alrededor del 3.er mes de vida del bebé se produce el tercer salto en el desarrollo. La irritabilidad durante este periodo se debe principalmente a que el niño empieza a notar los detalles de la realidad que lo rodea. Esto hace que el mundo lo abrume. También se vuelve más activo, sabe sostener un objeto en las manos y llevárselo a la boca; a partir de este momento esta forma de explorar el mundo se vuelve cada vez más atractiva. Los bebés también exploran las nuevas posibilidades de su voz, así que es posible que escuches sonidos que no habías oído antes: chillidos, gritos, balbuceo. Al mismo tiempo, la cabeza del bebé se estabiliza, mientras que él empieza a voltearse de la espalda a la barriga y viceversa con más agilidad.

El cuarto salto en el desarrollo: 14.ª semana (4.º mes) de vida

Entre la 14.ª y la 19.ª semana de vida se produce el cuarto salto en el desarrollo. Es el momento en que el bebé descubre las relaciones causa-efecto, o sea, el hecho de que una cosa es consecuencia de otra. Gracias a esto aprende a anticipar los acontecimientos futuros ("cuando golpee el tambor, éste producirá un sonido") que es un elemento muy importante para entender el mundo. Al mismo tiempo, el bebé va desarrollando la comunicación de sus necesidades a través de gestos, así como reacciona a las palabras características, tales como su nombre o los sonidos repetidos por sus padres. En cuanto al desarrollo físico, se puede observar el progreso en el aprendizaje a sentarse. Durante este periodo vale la pena practicar con el bebé la observación de las relaciones causa-efecto: activar los juguetes electrónicos, emparejar los objetos, esconder y descubrir juguetes debajo de un pañal.

El quinto salto en el desarrollo: 22.ª semana (6.º mes) de vida

El quinto y el sexto mes de vida del bebé es el momento en que empieza a descubrir el fascinante mundo de las relaciones personales. Es posible que notes que el niño se ha vuelto más tímido y temeroso, es consecuencia de observar que las personas se dividen en grupos, por ejemplo, los conocidos y los extraños. A partir de este momento no va a tratar a todos de igual manera, mientras que los padres (especialmente la madre) pueden contar con un trato especial, lo cual, por supuesto, resulta un poco fastidioso. El niño empieza a sentir la ansiedad de separación y puede estallar en llanto en cuanto pierda de vista a los padres. También es la etapa de los experimentos: hará volar las papillas por toda la habitación, tirará de las orejas de los padres y lanzará sonajeros por toda la habitación. Estos comportamientos enseñan al niño las relaciones en su ambiente. Lo ideal en este momento será divertirse con juguetes interesantes con los que se puede interactuar: sonajeros, etiquetas brillantes y susurrantes, espejos de plástico, etc. Por eso, los tapetes educativos, como nuestro 4SMART, proporcionarán un lugar perfecto para el desarrollo, ya que ofrecen toda la gama de funciones que el bebé necesita durante este periodo. También se producen cambios en el desarrollo físico: el bebé se arrastra y se traslada a su manera. También está desarrollándose la motricidad fina: va mejorando el agarre y las habilidades manuales; el niño es capaz de agarrar objetos con el pulgar y el índice, así como de golpear con los objetos entre sí o lanzarlos dentro de las cajas.

El sexto salto en el desarrollo: 33.ª semana (9.º mes) de vida

En esta etapa, el bebé empieza a exigir más caricias (sobre todo de parte de la madre, de la que se vuelve cada vez más celoso): llevarlo en los brazos, abrazarlo, jugar con él. Pero, al mismo tiempo, puede demostrar mucho cariño, por ejemplo, a los peluches que abraza, o a las mascotas. También es una época de un intenso desarrollo de la inteligencia. Durante estas semanas el bebé aprende sobre la clasificación, los géneros y las especies. Nota las similitudes y las diferencias (por ejemplo, asociará que el perro de la foto es el mismo animal que vuestra mascota, mientras que el color diferente de la pelota no hace que el niño la vea como algo totalmente opuesto). Para apoyar al niño en esta etapa del desarrollo, vale la pena leerle los libros y juntos descubrir el mundo.

El séptimo salto en el desarrollo: 41.ª semana (11.º mes) de vida

Poco a poco se va acercando el fin del primer año de vida del bebé. Es el momento en que el niño descubre lo que es la secuenciación, es decir, aprende que la vida está compuesta de las fases, por ejemplo, de destruir y construir, ocultar y descubrir. Es capaz de ver las conexiones entre los acontecimientos: si escondes algo delante de sus ojos, será capaz de encontrarlo. La comunicación es cada vez más verbal, el niño pronuncia unas sencillas palabras y exige comida o juguetes con gestos cada vez más precisos. Simplemente, sabe lo que quiere. Y aún mejor, sabe lo que no quiere y lo enfatiza con toda su fuerza, gritando a diestra y siniestra un claro "¡No!". Respetad su opinión, es lo que vuestro hijo espera de vosotros. Cada vez resultan más interesantes los juguetes con diferentes tipos de clasificadores que requieren mucha precisión y paciencia. 

En la casa, la mamá está jugando con el niño en el tapete educativo 4SMART.

Saltos en el desarrollo en el segundo año de vida

Salto en el desarrollo después de 1.er año de vida

Después del primer año de vida, los cambios dejan de ser tan repentinos y espectaculares. Esto no significa que no vayáis a notar nuevas habilidades de vuestro bebé. Al contrario, habrá muchos, pero los cambios se producirán en fases más alargadas y los momentos de malestar quizá sean finalmente un poco menos fastidiosos. En el segundo año de vida, el bebé sobre todo perfeccionará su habla, pero también su motricidad gruesa: caminar y correr. Su capacidad de decisión se desarrollará, así que ya no seréis vosotros quienes tomen todas las decisiones sobre lo que hace o a dónde va el niño. Esto puede ser un gran cambio, especialmente para vosotros.

Salto en el desarrollo del 15.º mes de vida

Los primeros meses después del primer cumpleaños del bebé suelen enfocarse en el perfeccionamiento de la habilidad de caminar. Al principio, el bebé se balancea de un lado a otro, pero a medida que pasa el tiempo, empieza a levantar los pies con más seguridad. Sin embargo, esta no es la regla general, ya que la capacidad de caminar es una cuestión muy individual, algunos niños empiezan a caminar apenas al cumplir unos dos años. Además, los que aún no saben caminar solos demuestran más actividad durante este periodo. Por eso, es importante vigilarlos con atención. También está mejorando su motricidad fina. Las manos son cada vez más hábiles, el niño puede poner los bloques de madera en la caja por sí solo y empieza a utilizar la cuchara. Con mucho gusto se quita e intenta ponerse la ropa. A medida que pasan los meses, el vocabulario que utiliza el niño va enriqueciéndose, sin embargo sigue siendo todavía más limitado que el vocabulario de términos que el niño entiende. La comunicación es cada vez más precisa: los gestos suelen ir acompañados de las palabras concretas.

Salto en el desarrollo del 18.º mes de vida

El niño es cada vez más ágil y le encanta utilizar sus nuevas habilidades físicas. !Se sube a los muebles, patea las pelotas, utiliza un arrastre e incluso baila al ritmo de la música! A la hora de caminar, le gusta apoyarse levantando los brazos para equilibrar su cuerpo correctamente. Mantener el equilibrio le sale cada vez mejor. Se está volviendo tan ágil que, poco a poco, empieza a agacharse para coger los juguetes y a levantarlos sin necesidad de apoyarse. Los niños que ya tienen perfeccionada su forma de caminar están más entusiasmados para correr. Este puede ser el momento de dejar el carrito de bebé en la casa y salir a pasear con más frecuencia. Sin embargo, a esta edad los niños suelen cansarse rápidamente, por lo que vale la pena llevar un triciclo como EASYTWIST o TWIPPER. También va mejorando el habla, el niño comienza lentamente a formar las primeras frases, en las que la palabra más importante es el "no". No tengáis miedo de esta palabra: significa que el niño reconoce su autonomía y necesita que se valore su independencia. A veces, "no" puede significar también otra cosa, incluso un "sí"; simplemente los niños a esta edad no siempre entienden sus emociones, y mucho menos una comunicación precisa. 

Salto en el desarrollo del 24.º mes de vida

Alrededor del segundo cumpleaños es el momento de mejorar la habilidad de mantenerse erguido. El bebé es cada vez más ágil: se pone en cuclillas y se voltea hacia atrás sin problemas. Algunos incluso saltan y caminan de puntillas. Durante este periodo los niños no caminan, ¡corren! Merece la pena pensar en formas atractivas para pasar el tiempo activamente, por ejemplo, en una bicicleta de equilibrio. Sin embargo, es también un momento de exigir más atención: al niño le gusta sentir que los padres tienen tiempo para él y que el ritmo del día es estable. Es importante abrazarlo con más frecuencia posible, jugar con él, comer juntos. Ahora la mejor diversión es la imitación, que no os sorprenda que vuestro niño coge una escoba o un trapo imaginario y empiece a limpiar la casa con vosotros. El niño sabe señalar sus necesidades fisiológicas, aunque a veces sea un poco tarde. Este es el primer paso para retirar los pañales. Sin embargo, tened en cuenta que la retirada de pañal es muy individual y que algunos niños están preparados para ello mucho más tarde que otros. Es importante realizarlo con especial cuidado para que el niño se sienta seguro y cómodo. ¡Forzar cualquier cosa sólo puede hacer daño! El sentimiento de la fisiología coincide con la fascinación por su propio cuerpo: el niño se toca los ojos, la nariz, las orejas, la boca... Se fija cada vez más en las relaciones entre los miembros de la familia y puede ver las diferencias entre los sexos.

Saltos en el desarrollo en el 3.er año de vida

El tercer año de la vida del bebé es el momento de perfeccionar las habilidades ya adquiridas. El niño corre cada vez más ágil y rápido, salta y supera los obstáculos. Su motricidad fina va mejorando todos los días y le gusta ponerla a prueba cogiendo los lápices de colores. Así que, se recomienda regalarle sus primeros libros para colorear. Mejorar las habilidades manuales también facilita el aprendizaje de vestirse y desvestirse. Cada vez es más frecuente que el pañal acabe en un rincón: el niño prefiere usar el orinal porque ya puede controlar sus necesidades fisiológicas y comunicarlas a tiempo. El tercer año de vida es, por fin, el momento en el que el niño empieza a socializar y, poco a poco, aprende las normas de funcionamiento en un grupo, por ejemplo, en una guardería. En eso le ayuda su capacidad de comunicarse y expresar sus necesidades cada vez mejor desarrollada.

El esquema presentado es meramente indicativo; tenedlo en cuenta. Cada niño es diferente, tiene distintas predisposiciones, necesidades y habilidades. Simplemente, cada uno se desarrolla a su propio ritmo. Por lo tanto, no hay que alarmarse cuando algo no va de acuerdo con el esquema presentado anteriormente. Escuchad las necesidades de vuestro hijo. El resto son sólo unas indicaciones.

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