Ropa para un recién nacido: qué tallas y tipos elegir

¿La fecha del parto está a la vuelta de la esquina y aún no sabes con qué llenar el armario de tu bebé? Esto no es tan sencillo. A decir verdad, hay un juego de prendas que es bueno tener al principio, pero éste puede variar dependiendo de la temporada. Además, no todos los padres primerizos saben distinguir entre peleles y bodies. Por eso hemos creado esta guía: para que descubráis los secretos de la ropa para bebés y sepáis qué comprar antes de la fecha de parto.

Tallas de la ropa según la edad

Tipos de ropa para bebés y niños

Body

El body es la prenda para los bebés más popular y universal. Se caracteriza por no tener perneras y por abrocharse por la parte de la entrepierna con unos botones de presión. Gracias a ello, sostiene el pañal y no se sale del pantalón: el body está siempre en su sitio. El body para bebés está disponible en tres variantes: de manga corta, de manga larga y de tirantes. También puede disponer de un cierre adicional en el cuello, lo que facilita ponerselo al niño. Hay bodis con escote envolvente que posibilita ponerlos al bebé sin tener que pasarlos por la cabeza. Un body es un tipo de ropa interior que se lleva puesta sobre el cuerpo desnudo.

Pelele

El pelele es una prenda muy útil, sobre todo durante los primeros meses de vida del bebé. Cuando el niño crece, el pelele suele convertirse en un pijama. Su popularidad se debe a la facilidad de ponerlo y a su funcionalidad. Está formado de una sola pieza con mangas y perneras largas con los pies cubiertos, es muy útil cuando el niño tiende a quitarse los calcetines. Lo mejor es comprar un pelele que se abre en toda la parte delantera para que vestir al bebé sea más fácil.

Pelele para dormir y pantalones de pelele

A primera vista, los peleles para dormir no se diferencian mucho de los peleles clásicos. También cubren por completo los pies pequeños. La diferencia es que se llevan puestos sobre un body, porque tienen tirantes. Al comprar los peleles para dormir, debéis fijaros en si se abren en la entrepierna. Los que no disponen de los botones de presión en esta zona dificultan mucho el cambio. También hay pantalones de pelele, es decir, pantalones con los pies cubiertos. Se recomienda usarlo hasta el momento en que el bebé intente ponerse de pie o caminar, porque dificultan mucho el movimiento y simplemente pueden ser peligrosos.

Chaquetas cruzadas

Las chaquetas cruzadas parecen jerseys, pero en realidad son camisetas que se desabrochan. Tienen mangas largas y se abren en la parte delantera con botones de presión, botones o un lazo. Pueden llevarse puestas sobre el cuerpo desnudo o sobre un body. En el último caso, funcionan como un jersey o una blusa desabrochable.

Rampers

Los rampers son una de las prendas más populares de la ropa infantil, pero casi nunca reciben su nombre apropiado. Los rampers vienen en muchas variantes: de mangas largas y cortas, e incluso de tirantes. Lo mismo ocurre con las perneras: pueden ser largas, pero también cortas. Sin embargo, a diferencia de los peleles, dejan los pies descubiertos. Su similitud con los peleles hace que a menudo sean utilizados indistintamente.

Manoplas

Las manoplas son unos pequeños guantes para bebés que impiden que éstos se rasquen. En esta etapa los bebés no controlan los movimientos de sus manos, lo que puede provocar que se rasquen la cara. Sin embargo, el uso de las manoplas no es tan bueno para el desarrollo de los niños. Durante este periodo, los niños exploran el mundo usando todo su cuerpo, incluidas las manos que les proporcionan toda una serie de experiencias sensoriales. Las manoplas no les permiten explorar libremente el mundo, llevarse las manos a la boca o chuparse el dedo, lo cual es un elemento natural de su desarrollo y les proporciona muchas experiencias sensoriales.

¿Qué materiales elegir?

Sólo puede haber una respuesta a esta pregunta: naturales. El algodón lidera entre los tejidos para la ropa de bebés. Y no es de extrañar: es blando, agradable al tacto, suave y transpirable. Además, es fácil de mantenerlo limpio, lo que es importante en caso de niños pequeños. Pero, no cada algodón es igual. Por eso es importante comprobar que el algodón con el que se ha fabricado la ropa tiene el certificado OEKO-TEX, que garantiza la seguridad del material. Esta certificación confirma que el tejido o la tela no contienen sustancias nocivas, como metales pesados, tintes peligrosos o pesticidas. Algunas empresas también ofrecen algodón orgánico, producido sin fertilizantes químicos. Las prendas fabricadas con este tipo de algodón son incluso más seguras y buenas para el medio ambiente. Entre los materiales utilizados para la ropa de bebé podéis encontrar la viscosa y las fibras de bambú.

¿Cuánta ropa hay que comprar para un recién nacido para empezar?

Tanta ropa de bebé adorable que hay… sobre todo en las tallas más pequeñas. ¡Es tan linda! Probablemente se podría rellenar un armario entero. Y luego la ropa se quedaría ahí, sin ni siquiera usarla aunque sea una sola vez… Esto pasa con los bebés: las tallas más pequeñas se les quedan cortas muy rápido, así que no tiene sentido comprar demasiada ropa desde el principio. Lo mejor es tener unas cuantas prendas de cada tipo, para los cambios y para la propia satisfacción. Debéis recordar que, para empezar, es aconsejable comprar ropa de las tallas 56 y 62, por supuesto, si el bebé no es prematuro, ya que para ellos se recomienda la talla 50. Aunque ya sepáis que el bebé será prematuro, no os apresuréis a comprar toda la canastilla en esta talla. Después del parto puede resultar que el bebé sea más grande, además los prematuros suelen crecer muy rápidamente.

Entonces, ¿qué se debe comprar al principio? Vale la pena tener 5-6 peleles y la misma cantidad de peleles para dormir y chaquetas cruzadas (todos juntos). También 5 pares de pantalones de pelele y el mismo número de bodis. Serán muy útiles las blusas y los jerseys: 2-3 pares. Además de 3-4 pares de leggings o pantalones y unos 6 pares de calcetines. No olvidéis los gorritos de algodón: 4 serán suficientes. Para los días más fríos resultará útil un pelele o mono de invierno (1-2 prendas). Los pañuelos para el cuello también funcionarán perfectamente; lo mejor sería tener unos 4.

Para tener espacio para tanta ropa, hay que pensar bien a la hora de comprar los muebles. Las cómodas con cajones son muy prácticas. Especialmente vais a apreciar la funcionalidad de las cajoneras que incluyen contenedores para utensilios y cambiadores, preferiblemente unos que se puedan extraer cuando ya no se necesiten. Un armario tampoco es una mala solución, pero tened en cuenta que tenga estantes, ya que es la forma más cómoda de guardar las cosas para los más pequeños.

¿Qué ropa preparar según la temporada?

Primavera

¿La fecha de tu parto está prevista para la primavera? Entonces debes prepararte para las diferentes condiciones meteorológicas. Esta es la época del año en la que el tiempo es imprevisible y los días realmente cálidos se alternan con el tiempo invernal. Por lo tanto, tu canastilla debe incluir bodis de manga corta, pero también unos peleles cálidos con los pies cubiertos. No olvidéis los gorritos ligeros, pero también unos más gruesos, así como diferentes variantes de ropa exterior. Tanto los chándales cálidos como las chaquetas finas os pueden resultar útiles. Y, por supuesto, las mantitas. Al principio, es posible que os cueste abrigar adecuadamente al pequeño. Hay un remedio para eso: ponerle al bebe siempre una capa más de las que lleváis vosotros. Esto incluye también la manta. Así que, si vosotros lleváis puestas tres capas, debéis poner a vuestro pequeño la misma cantidad de capas y cubrirlo con una mantita. De este modo, podéis estar seguros de que el bebé no se enfríe ni se sobrecaliente.

Verano

En verano, las cosas son más fáciles. Cuando afuera hace mucho calor, la ropa ligera y transpirable con mangas y perneras cortas -rampers y body- es la que será la mejor. En la casa, cuando hace mucho calor y no hay aire acondicionado, el bebé puede incluso llevar sólo un pañal. Y cuando está dormido, basta con cubrirlo con una tetra. ¡Tened en cuenta de no sobrecalentarlo! Pero incluso durante el verano el tiempo puede empeorar. En este caso unas chaqueta cruzadas más ligeras o unas camisetas serán suficientes para protegerlo del viento y del frío. No renunciéis al gorrito, que protege la cabeza del bebé del calor. Debéis recordar de aplicarle a las partes expuestas del cuerpo de vuestro bebé un protector solar contra los rayos UV.

Otoño

El otoño significa los días más fríos. Debéis preparar una canastilla con ropa más caliente en la que predominen las mangas largas: peleles, camisetas, bodis de manga larga y rampers. Es importante tener ropa de abrigo: monos, pantalones con una capa extra y medias. Y mientras más cerca del invierno será la fecha del parto, más ropa de abrigo hay que preparar. No olvidéis los gorritos ligeros y gruesos, así como los calcetines. Tened en cuenta que el bebé pasa mucho tiempo dentro de la casa, y no todas las prendas tienen que abrigarlo, así que las prendas más ligeras también son indispensables. Sin embargo, no se necesitan tantas como las prendas calientes.

Invierno

Si vas a dar a luz en invierno, prepara exactamente el mismo juego que el que te recomendamos para el parto de otoño. Sin embargo, añade algo de ropa típica de invierno, sobre todo un mono cálido y un gorro grueso que cubra bien la frente y las orejas. Un saco de dormir aislado para el carrito de bebé también es una buena opción, para garantizar que el niño no pase frío durante el paseo.

¿Vale la pena elegir ropa más grande?

La verdad es que los bebés crecen muy rápido, y de repente una chaqueta cruzada muy hermosa que acabamos de comprar ya le queda demasiado pequeña en las mangas. Muchos padres se ven tentados: ¿por qué no comprar la ropa con antelación, en una talla más grande? Al fin y al cabo, es puro ahorro. Pero antes de esto, preguntaos: ¿os gustaría vestir ropa que os quede grande? Exacto. Para los recién nacidos esto es igual de importante que para los adultos. Las mangas demasiado largas y las perneras que se enredan entre los pies hacen que los movimientos del pequeño sean limitados y que no pueda explorar el mundo libremente. Por lo cual, esto le hace perder su sensación de seguridad y confianza. El exceso de tela también es un problema para los padres. Es mucho más difícil cambiar la ropa, los pañales o portar a un niño que tiene puestas unas prendas excesivamente holgadas. Esto también puede poner en peligro su seguridad.