Ropa de cama infantil 

Ropa de cama infantil 

Suponemos que a ningún padre negará que el sueño es muy importante para los niños. Un cómodo y saludable descanso nocturno equivale a un buen desarrollo y un mejor estado de ánimo durante el día. Por eso, hay que esforzarse para que niño pueda descansar a gusto. Aquí, el tipo de ropa de cama en la que duerme el niño tiene una enorme importancia . 

¿Un niño y un bebé necesitan una ropa de cama de especial? 

¿Todo niño tiene que dormir con ropa de cama? Podría parecer que es un elemento totalmente básico de cada cuna o cama de niño. Sin embargo, no es así: especialmente en caso de los bebés. A los peques les encanta dormir con los papás y, por eso, existen las mantitas, capullos  sacos para niños, que también son perfectos para las cunas colecho. Esté tipo de cuna también proporciona la sensación de comodidad a los papás que no tendrán que compartir su espacio con los hijos, pero que sí están cerca de ellos. Estaría bien que la cuna colecho tenga un amplio rango de ajuste como la cuna colecho UNO UP o NESTE UP de nuestra marca. Especialmente en días calurosos. Una ropa de cama demasiado grande puede ser incómoda para el bebé o, incluso, peligrosa, porque fácilmente puede tapar su cara. En caso de niños más grandes la cosa es diferente. No los podemos arropar en un capullo o pijama manta y una manta o saco pueden ser demasiado pequeños o delgados, en especial, en invierno. En este caso vale la pena decidiros por una ropa de cama clásica. 

Ropa de cama para bebé ¿Qué tipos existen? 

La ropa de cama es una amplia categoría que abarca muchas cosas. Al comprar los artículos para cama debemos ser conscientes de que la ropa de cama incluye al menos un edredón con la funda. Son dos productos diferentes que normalmente compramos por separado. En caso de fundas de edredón y sábanas el más importante es el materia: debe ser agradable al tacto  y no tener costuras, botones ni cremalleras sobresalientes. También hay que fijarnos en que sea suave y delicado para la piel sensible del bebé. Los edredones y almohadas, sin embargo, difieren entre sí, sobre todo, en el relleno. Es un asunto extremadamente importante. De él depende si la ropa de cama es suave, pesada, transpirable, caliente o si es segura para él bebé.  

Nino-esta-parado-en-colchon-en-cuna-para-bebes

¿Cómo escoger una buena ropa de cama para bebé? 

Los bebés la mayor parte del día se la pasan durmiendo, por eso, por eso no tiene nada de extraño que un buen papá quiera cuidar la calidad de su sueño. Una enorme influencia en esto tiene la ropa de cama que usa el bebé. Hay un par de cosas que debemos tomar en cuenta, al buscar la mejor.  

Seguridad 

Primero: la seguridad. La ropa de cama para niños puede estar hecha de diferentes materiales, puede tener estampados, diferentes colores y diseños. Pero lo más importante es que no sean tóxicas, que no tengan sustancias nocivas.  Para estar seguros de que la ropa de cama es buena para la piel de vuestros peques fijaos en los certificados, como, por ejemplo el OEKO-TEX standard 100 que informa sobre la calidad de productos textiles que tienen contacto directo con la piel. El instituto OEKO-TEX somete a ensayos los productos con fin de comprobar si contienen una de las 100 sustancias más peligrosas para los usuarios.  

Fijaos en las propiedades de los materiales escogidos. Verificad como reaccionan en el lavado (también en temperaturas altas, gracias a lo cual será más fácil eliminar las bacterias y la suciedad), si no causan alergias y si no irritan la piel del peque. Además, la ropa de cama para bebé debe ser transpirable 

Materiales 

Las fundas se dividen en 5 grupos básicos: de algodón, de satén, de seersucker, de bambú y de muselina. El material más común es el algodón, porque es resistente, natural y bueno para la piel del niño. Además, es transpirable y no provoca alergia y se puede lavar en temperaturas altas sin tener miedo a que se deforme. Mucho menos popular es la ropa de cama de satén. Es porque se cree que es un material demasiado frío para el niño. En realidad, el frío y el carácter deslizante del satén no son algo que asociemos con una cuna de bebé, pero no existen ningunas contraindicaciones para no comprar esta tela.  

Otra opción popular es el seersucker. Es más barata que otras pero menos resistente: se rompe muy fácil, en especial, si se lava frecuentemente, y no nos engañemos: la ropa de cama de un niño se tiene que lavar a menudo. Otra desventaja de este material es una textura poco agradable, que puede irritar la delicada piel del peque. Cada vez se hace más popular la ropa de cama de bambú porque tiene propiedades de termorregulación que son especialmente útiles en verano y protegen al niño de sobrecalentarse. El bambú también es suave y ligero. Aún más agradable para la piel del peque, en especial, de un bebé, es la funda de muselina, que es perfecta en los meses primavera y verano, porque proporciona una buena circulación de aire. 

Estética 

No le quiten la importancia a la estética. La ropa de cama infantil es un elemento decorativo importante, por eso, vale la pena, dedicarle un poco de tiempo para escoger el diseño adecuado. El mercado nos ofrece toda una variedad: sin embargo, la elección es un asunto individual que depende del gusto de uno. Sin embargo, se cree que los colores y diseños no deben ser demasiado fuertes o llamativos. Los mejores serán los colores tenues y diseños interesantes que estimulen la imaginación de los niños. Este tipo de ropa de cama, de colores delicados pero no aburridas, se verán muy bien con nuestras cunas hechas en estilo universal que combina la calidez de la madera natural con un blanco frío. La ropa de cama de colores tenues combinará con nuestras cunas KOYA y STELLO: le darán vida a todo el cuarto infantil y, al mismo tiempo, no introducirán muchos colores fuertes y llamativos a la zona de dormir. 

¿Qué elementos de ropa de cuna escoger para un bebé? 

Podría parecer que la ropa de cama se compone de una funda, un edredón y una sábana. Nada más lejos de la verdad. En el mercado podemos encontrar muchos elementos más y cada uno de ellos tiene diferentes variantes.  

El ejemplo más simple, las fundas, pueden ser de almohada o de edredón. En general, las almohadas son un elemento controvertido de los artículos de la cuna. Los especialistas creen, pues, que los niños deben dormir sin almohadas, con la cabeza directamente en la sábana.  

También existen varios tipos de sábanas. Podemos comprar las clásicas de algodón, como las con elástico y una membrana de poliuretano. Las más populares son las con elástico y no es sin motivo: garantizan, pues, que la sábana no se enrolle bajo el niño. Pero si acomodamos bien la sábana tradicional entre el colchón y las barandillas tampoco debe arrugarse. Una opción que vale la pena considerar son las sábanas impermeables: en especial, en caso de niños pequeños y los que aún se orinan en la noche. Gracias a la capa impermeable protegeremos el colchón de mojarse. Otra solución buena son los protectores para colchones que se secan inmediatamente y se lavan sin problemas.  

Un artículo de cama infantil son también los doseles que se recomiendan para las camas de niños más grandes. En el mercado podemos encontrar conjuntos de ropa de cama, en los cuales, a parte de los componentes básicos, podemos recibir adicionalmente cobertores, pijamas manta, bolsas para pañales o, incluso baberos: todo con el mismo diseño. 

Nina-con-juguetes-en-cuna-con-colchon

Relleno de los edredones para niños 

En caso de relleno de los edredones podemos escoger de entre 3 opciones: de plumas, sintéticas y de lana. Una ventaja de la primera opción es que es natural y da mucho calor. Tristemente, no todos los pequeñines pueden usar los edredones de plumas porque causan alergias. Por eso, antes de tomar la decisión, vale la pena saber si vuestro peque podrá dormir bajo este edredón. Este problema desaparece en caso del relleno sintético. Este edredón pesa menos que los otros y, además, no se deforma y, lo que es muy importante en el tiempo en que el niño deja de usar pañales: se lava fácil. En el mercado están disponibles también los edredones con relleno de lana. Calientan igual que los de plumas, pero son mucho más ligeras. Sin embargo, también tienen el mismo defecto que los otros: pueden provocar alergias. 

¿Por qué vale la pena usar diferentes ropas de cama en invierno y en verano? 

En el mercado podréis encontrar también ropas de cama infantiles tanto de todo el año, como para diferentes temporadas: de verano y de invierno. ¿Qué opción es mejor? ¡Vamos a verlo! 

Los modelos de todo el año están hechos de modo que sean transpirables en los días calurosos y que proporcionen el calor adecuado. Una de sus ventajas es una buena circulación de aire que ayuda a regular la temperatura del cuerpo del niño. Si estamos buscando un edredón para todo el año serán mejores los rellenos naturales: de plumas de ganso o de pato. No obstante, el problema es que pueden causar alergias. Si alguien tiene un niño alérgico debe optar por el relleno de fibras de bambú. 

Uno de los modelos para todo el año son también los llamados edredones «cuarto estaciones de año» que se componen de dos edredones unidos con corchetes. En invierno se usan ambos juntos y en verano: solo una capa.  

También podemos comprar dos edredones diferentes: uno para invierno y otro, para verano. Ningún edredón universal podrá atender por completo vuestras necesidades de todo el año. Los edredones de verano dan, sobre todo, una buena circulación de aire y regulan la temperatura del niño para que no se sobrecaliente. Los mejores serán los edredones delgados, bajo los cuales el niño no sudará. Por otro lado, en invierno es mejor optar por edredones más calientitos, gruesos y pesados que garantizarán la sensación de bienestar térmico y la comodidad. 

Ya que los niños crecen rápido, al cambiar de edredón entre las estaciones se puede comprar un modelo más grande. Este tipo de edredones serán perfectos con las cunas que «crecen con el niño» como KOYA que fácilmente se convierte de una cuna de 90 x 60 cm en cuna de 120 cm de largo. 

Dos edredones diferentes para cada una de las temporadas es una opción más higiénica y más cómoda para el niño. No obstante, tenemos que tener en cuanta que es doble gasto. Sin embargo, no cabe duda de que es una inversión excelente en la calidad de sueño del niño y en su buen estado de ánimo durante el día. Además, simplemente es bueno tener guardado un edredón de reserva. En especial, si tu hijo tiene entre uno y tres años de edad. Los pañales pueden gotear y los intentos de que el niño deje de usarlos muy a menudo acaban en mojar las sábanas y edredones. Por eso, también vale la pena tener unas sábanas adicionales y ponerle al colchón un protector especial. Los edredones de reserva no tienen que ser de primera calidad. Serán suficientes los modelos de 10-15 euros. Por un precio tan bajo podéis comprar un poco de tranquilidad y un lavado menos frecuente. 

 

Comentarios(0)

Tu comentario:

Este formulario está protegido por reCAPTCHA: se aplican la política de privacidad y las condiciones de servicio de Google.