Parque para niños y bebés: qué es y cuál elegir 

Todos los padres saben perfectamente que los niños son hiperactivos. Están por todos lados, quieren ver todo y todo se le hace interesante. Este interés innato por el mundo a veces puede causar muchos problemas a los papás, especialmente si sueñan con tener unos segundos para tomar un café. Un parque para niños puede regalaros un rato solo para vosotros y a vuestro bebé un lugar para divertirse bien. 

¿Qué es un parque para niños? 

Un parque es un tipo de valla o paredes que delimitan un espacio seguro de diversión para niños. Aparte de la valla, a veces viene con una base con colchón. Los parques difieren entre sí: por ejemplo, en altura, tamaño o material usado en la producción. Están adaptados a diferentes grupos de edad: los más altos están diseñados para niños más grandes para que no puedan salir del parque. 

¿Parque o cuna de viaje?  

Un parque y una cuna de viaje estándar son dos muebles totalmente diferentes. Los parques normalmente son más grandes y tienen forma de cuadro, círculo o polígono. Es para proporcionarle al niño el mayor espacio posible para que pueda jugar libremente. Además, algunos parques se componen solo de paredes y, por eso, el niño puede jugar en un tapete o en una alfombra. Las cunas de viaje habitualmente son plegables y tienen paredes de tela. En caso de los parques también tenemos una selección mucho más amplia de materiales, tamaños y funcionalidad. Sin embargo, existen soluciones, como nuestra cuna KOYA 4 en 1, que de una manera muy práctica combinan la función de parque con la función de cuna para bebé. De noche son un lugar lleno tranquilidad y relajación y durante el día se convierten en el centro móvil del universo de vuestro hijo. Sin duda, todo padre también va a apreciar el hecho de que el producto tenga ruedas funcionales que permiten mover el parque entre los cuartos para que el niño juegue siempre cerca de vosotros.  

Existen también otras soluciones: nuestra cuna de viaje SOFI 4 en 1 no solo sirve como un buen lugar para dormir durante los viajes o para jugar, sino que también ¡puede ser usada como cuna clásica en casa! Es una opción perfecta para las personas que se preocupan por la multifuncionalidad de los productos, facilidad y velocidad del plegado y de la conversión de la cuna a parque. SOFI se distingue por su diseño original y por su funcionalidad que fue apreciada en la feria comercial Kids’ Time 2019.  

¿Es una buena elección el parque? 

 Incluso la casa que está mejor preparada para la llegada del bebé no será segura al 100%. Es difícil despejar bien el camino ante un bebé en movimiento. Sin embargo, el parque elimina el peligro con eficacia. Aparte de reforzar la confianza el parque les da a los papás la oportunidad para preparar la comida, limpiar la casa o tomar un baño. Lo apreciarán, en especial, las personas que cuidan de los niños a los cuales les encanta estar en movimiento. Tienen un poder especial para desaparecer de la vista: normalmente cuando los papás tienen que hacer algo urgente.  

Un parque durante el viaje: ventajas 

Los parques son aún más útiles durante los viajes: especialmente si vais a un lugar desconocido y no adaptado a los niños pequeños, en donde no tengáis mucha influencia en los alrededores y no podáis controlarlo todo. Además, donde sea que vayáis, vuestro hijo siempre se sentirá como en casa porque podrá estar en su lugar de entretenimiento favorito. 

Ventajas del parque: ¿por qué vale la pena? 

Un parque también es una buena elección cuando el niño no tiene su propio cuarto. En este caso puede convertirse en un sustituto de su reino infantil: un espacio delimitado y separado lleno de juguetes favoritos. También será perfecto para una casa grande, en particular, si el cuarto infantil se encuentra lejos del lugar en que está el resto de los familiares. Gracias al parque, podrás crear un espacio de entretenimiento para el niño donde quieras.  

Este momento en que podáis estar observando al bebé desde lejos es muy importante tanto para vosotros, como para vuestro hijo. Así es como aprende a ser independiente y se convence de que no necesita tener a los papás a su lado por todo el tiempo para sentirse seguro y divertirse bien. Un lugar de entretenimiento delimitado ayuda también a aprender buenos hábitos y regular el ritmo del día. Si los espacios para dormir y para jugar quedan bien separados es mucho fácil convencer al niño de que la cuna no es un lugar adecuado para sus experimentos y locuras, sino que sirve para dormir.   

¿Desde qué momento el niño puede jugar en el parque? 

Debemos recordar que el parque, ante todo, debe ser un oasis de seguridad. El niño que jugará dentro de él debe ser lo suficientemente grande para moverse por si solo: arrastrarse, gatear o caminar. Para que el niño pueda pasar tiempo allí hay que prepararlo para eso y acostumbrarlo a estar en el nuevo lugar. Por eso, primero tiene que usarlo por apenas un par de minutos y acompañado de uno de los papás, más adelante hay que extender ese tiempo alejándose al mismo instante del niño y observando su reacción. Es esencial que el niño considere el parque un lugar agradable para jugar, por tanto, solo se puede colocarlo allí cuando está de buen humor.  

¿El parque estimula el desarrollo infantil?  

Los niños, por naturaleza, se mueven mucho y les encanta conocer lugares y cosas nuevas. También necesitan un contacto constante con otros familiares. Por lo tanto, ¿el parque no lo limita en esto? Sin duda, no puede ser un lugar en donde el niño permanezca constantemente. No obstante, es un espacio mucho más pequeño que toda la casa o, incluso, un cuarto, por lo tanto, puede que el niño se aburra rápido de él. El mundo visto desde atrás de los barrotes o por una malla le puede parecer distante e inaccesible, igual que la mamá, papá o los hermanos.  

Usemos, pues, el parque de forma prudente: cuando sea necesario y, además, debemos fijarnos en que el peque aproveche bien el tiempo que pase allí. Podemos equipar su interior con juguetes interactivos interesantes según nuestro gusto. Es buena idea colocar en una de las paredes bolsillos en los cuales el niño podrá guardar diferentes objetos. 

¿En qué debemos fijarnos a la hora de comprar un parque? 

Es necesario que, durante la búsqueda de un parque ideal para tu pequeñín, te fijes en un par de detalles. 

Tamaño del parque 

Mientras más amplio, más libertad de movimiento tendrá el bebé. Tristemente, no todos pueden darse el lujo de usar los modelos más grandes, por ejemplo por condiciones de vivienda: por eso, hay que tomar en cuenta tanto la comodidad del niño, como el tamaño de la casa. Un mueble demasiado grande puede, de poquito en poquito, quitaros las ganas de usarlo.   

Altura del parque 

Mientras más alto, durante más tiempo lo usaréis porque será bueno incluso para un niño de 3 y más años. Por otro lado, el niño querrá usarlo solo cuando el parque sea cómodo. Y puede ser así gracias a un colchón o un tapete cómodo, como p.ej.: nuestro MATTY de doble cara: con él no importa si el niño está saltando, sentándose o haciendo otras acrobacias: siempre va a acabar en una superficie suave. 

Tipo de parque 

Se deferencian dos categorías principales de parques: unos están hechos de madera y los otros: de un material ligero y de malla. Los parques con barrotes son, por supuesto, más duraderos y estables, pero también más pesados. Hay que tener en cuenta que durante el juego al niño se le pueden caer los juguetes fuera del parque. Los parques con paredes de tela son mucho más móviles, fáciles de plegar y, además, ningún carrito, muñeca o pieza de lego podrá pasar por su pared. Al escoger este tipo de modelo tenemos que fijarnos en que la malla sea lo más transparente posible y uniforme: para no limitarle la vista al niño.  

  Un parque significa una mayor seguridad del niño, un reino pequeño y separado en donde podrá jugar y, también, una ayuda inestimable para los papás. Lo apreciarán todos los que desean tener un rato de descanso y estar seguros de que al niño no le va a pasar nada malo.