Correpasillos para niños y bebés: qué son y si deben usarse
El primer paso del niño es uno de los momentos que recordamos para siempre. Por eso, también lo esperamos con tantas ansias. Algunos papás esperan más que otros, ya que el desarrollo de las habilidades de caminar es un asunto muy individual. Sin embargo, es posible estimular un poco este proceso animando al niño a usar sus propias fuerzas. Entonces, será útil el correpasillos que estimula el proceso de aprendizaje de caminar y, sobre todo, es bueno para perfeccionar esta habilidad difícil. Es porque le da al niño la confianza, el valor y le ayuda a mantener el equilibrio.
Correpasillos: ¿qué es?
El correpasillos para niños es un tipo de equipo que le proporciona al peque el sentido del equilibrio al dar los primeros pasos. Puede desempeñar la función de un juguete de ruedas que el niño tiene delante de él cuando camina. No confundáis el correpasillos con una andadera que limita los movimientos del bebé y lo fuerza a caminar sin descanso. El correpasillos es un equipo independiente que el niño puede coger cuando quiera para caminar seguro.
¿Desde cuándo el niño puede usar el correpasillos?
No existe una edad única y determinada en que el niño deba empezar su aventura con el correpasillos. Todo depende del desarrollo de vuestro pequeñín. La regla es que el niño debe saber levantarse usando las manos y estar parado de forma independiente y, además, hacer solo uno o dos pasos, es decir, debe tener la columna desarrollada lo suficientemente. Y esto puede ocurrir en diferentes edades. Aprender a caminar es un proceso extendido en el tiempo. Algunos de los niños empiezan a caminar el día en que cumplen el primer año y algunos un año más tarde. No existe ninguna regla. Por eso, debemos observar nuestro hijo y proponerle la ayuda en mantener el equilibrio en forma de un correpasillos solo cuando sea seguro para él. En caso de dudas es mejor consultar a un fisioterapeuta, especialmente si os preocupa el desarrollo motriz del niño, por ejemplo, que aún no gatea. En caso contrario, el niño puede acabar teniendo la inclinación pélvica anterior y la lordosis lumbar porque su centro de gravedad se moverá hacia adelante.
Tipos de correpasillos
Principalmente podemos dividir los correpasillos para niños en dos tipos: los tradicionales, de empuje, es decir, los que el niño empuja enfrente de sí, y los que el niño también puede montar e ir empujándose con los pies y que normalmente tienen forma de un vehículo. Los dos tipos tienen un sinfín de variantes. Porque los correpasillos son juguetes de diferentes formas y funciones. Pueden ser, al mismo tiempo, cubos clasificadores de formas, cajas para juguetes, cocinas, talleres con herramientas, cortacéspedes, locomotoras, coches, animales o pianos. Es una buena idea que el correpasillos tenga también una función adicional porque su función principal puede aburrir rápido al niño que ya está adquiriendo la habilidad de caminar y una cocina o un taller lo divertirán durante más tiempo.
¿Correpasillos de madera o de plástico?
Los correpasillos para bebés también pueden dividirse según el material del cual están hechos. De está manera podemos distinguir dos grupos: de madera y de plástico. ¿Cuáles son mejores? Por supuesto todo depende de las preferencias individuales, pero se pueden indicar ventajas y desventajas de ambos.
Correpasillos de plástico
Los correpasillos de plástico sin duda tienen muchas opciones más. Normalmente son dispositivo multifuncionales e interactivos. Pueden echar luz, tocar música o hacer todo lo que hacen los juguetes interactivos. Entonces la función principal de correpasillos es solo una de muchas. La desventaja de los correpasillos de plástico es que son menos estables que los de madera: debido a su peso. Simplemente son más ligeros y a veces necesitan un peso adicional para que cumplan su función principal.
Correpasillos de madera
Este problema no existe en caso de los correpasillos de madera que son más pesados y, por eso, también, más estables y más lentos, es decir, más seguros. Estos modelos, por razones obvias, no tocan música ni echan luz, pero esto no significa que no ofrezcan nada aparte de la función de empuje. Porque pueden tener forma de cocina, taller, cubo clasificador con paneles educativos llenos de botones, perillas, ruedas dentadas y separadores. Los simpatizantes de juguetes naturales también dirán que son más estéticos y mejores para cuartos infantiles en estilo minimalista.
Desventajas de los correpasillos
Hay mucha gente que está en contra de los correpasillos que cree que hacen más daño que bien. Sobre todo, los expertos dicen que pueden conducir a defectos posturales: especialmente si los empezamos a usar demasiado temprano o si sus ruedas se deslizan por el suelo. Un correpasillos que se resbala puede profundizar la inclinación pélvica anterior y la lordosis lumbar. El niño al seguir al correpasillos no usa los músculos del abdomen y los glúteos, pero, en cambio, tensa demasiado los músculos de la espalda baja.
Las ruedas descalibradas pueden ser peligrosas también por otros motivos. Simplemente el niño no podrá ir con la misma velocidad y, por lo tanto, tarde o temprano se caerá. Un correpasillos demasiado ligero supone un peligro similar porque no puede dar un apoyo estable. El uso de un correpasillos es, sobre todo, un desafío para todos los papás que no pueden dejar de vigilar al bebé.
Ventajas de los correpasillos
Entonces ¿los correpasillos tienen algunos pros? Sin duda. El primero es obvio: si el correpasillos es pesado y estable, le puede dar al niño un buen apoyo y, así, animarlo a caminar. De esta forma el bebé fortalecerá sus piernas y se agarrará el valor a caminar solo por primera vez. Es más, en un niño que ya camina seguro el dispositivo puede mejorar aún más la postura, porque el niño tensará subconcientemente los músculos adecuados.
También se destaca la ventaja de los correpasillos sobre las andaderas que son criticadas por distorsionar el aprendizaje de caminar. El correpasillos no limita al niño porque no lo colocas dentro de él. El niño lo usa cuando siente la necesidad de hacerlo. Además, es un juguete atractivo lleno de espejos, cuentas, ruedas dentadas y botones coloridos.
¿En en qué fijarse a la hora de elegir un correpasillos?
Al escoger un correpasillos para niños, primeramente, debes poner tu atención en la seguridad. La garantiza un par de factores. Primero: el peso. El correpasillos no puede ser demasiado pesado porque el niño no tendrá fuerza para empujarlo, ni tampoco demasiado ligero porque será inestable y el niño podrá caerse. Segundo: la adherencia. Las ruedes no se pueden deslizar porque el juguete será demasiado rápido para el niño. Las mejores serán las ruedas de goma que, además, no hacen tanto ruido como las de plástico o de madera y tampoco rayan el suelo. Tercero: la forma. El correpasillos para niños no debe tener ningún tipo de elementos puntiagudos, escoge uno que tenga los bordes redondeados. Cuarto: los certificados. Fijaos en los certificados y no compréis los que no tengan ni uno.
Cuando ya elijáis un correpasillos seguro vean otros elementos como la durabilidad, posibilidad de ajustar y los accesorios. En el mercado podéis encontrar correpasillos de diferentes productores y no para todos de ellos la calidad de los materiales y de la producción es una prioridad. Esto influye tanto en la seguridad, como en la durabilidad del producto. Algunos de los modelos tienen el ajuste del mango y de la velocidad de las llantas: gracias a esto, podéis ajustar estos parámetros al niño y a su nivel del desarrollo. No olvidéis que el correpasillos es un buen juguete y tomad en cuenta sus funciones adicionales, su forma y posibilidades de estimular el desarrollo del niño con un juguete interactivo.
Alternativas atractivas y más saludables para los correpasillos
Los correpasillos para niños tienen tantos simpatizantes, como oponentes. Los segundos dicen que durante el proceso de aprendizaje de caminar es mejor optar por otras formas de apoyo, como los juguete para montarse que no ejercen mala presión en la columna vertebral y no conducen a defectos posturales pero, en cambio, mejoran el sentido del equilibrio, la coordinación motriz, fortalecen los músculos de las piernas que el niño usa para empujarse.
Estimula la propiocepción del niño, pero también mejora su valor más que una bicicleta con ruedines, que es simplemente una forma más avanzada de este tipo de juguetes, en niños que aún no caminan por sí solos. Una ventaja de las bicicletas con ruedines es que los ruedines se desmontan fácilmente cuando los niños ya aprendan a mantener el equilibrio.
Una forma original y saludable de un juguete así es nuestra bicicleta de equilibrio CUTIE que delante tiene dos ruedas. Gracias a ella, el niño puede mejorar su sentido del equilibrio y estimular la motricidad necesaria para montar una bicicleta clásica. CUTIE tiene todas las ventajas de un juguete para montar, es decir, no ejerce mala presión en la columna, estimula a mantener una buena postura y puede ser un paso importante hacia el desarrollo motriz del bebé. En Kinderkraft tenemos también caballos mecedoras con función de correpasillos que entretendrá al niño y le ayudará a aprender a caminar. Es un producto 2 en 1 que le garantiza al niño mucha diversión al balancear, pero en un momento puede convertirse en un juguete para montarse que estimula la coordinación motriz y que fortalece las piernas.