¿Cómo reforzar el sistema inmune de los niños?

¿Cómo reforzar el sistema inmune de los niños?

El otoño acaba de llegar, y junto con él: los días más fríos. A los niños les encanta el otoño, pero siendo sinceros, en esta época es mucho más fácil resfriarse. Las oscilaciones térmicas y el viento frío favorecen las infecciones. ¿Qué hay que hacer para que el niño no se enferme tan a menudo? ¿Cómo reforzar el sistema inmune del niño?

Siempre consulta al médico antes de tomar un suplemento o medicamento

Recuerda que son los consejos que debes poner en práctica durante todo el año. Una sola dosis de vitamina C o un trago de zumo de naranja no aumentarán la inmunidad de tu hijo: lo más importante es la regularidad.

Además, debes consultar a un médico antes de proporcionar cualquier medicamento o suplemento. ¡La vitamina D se recomienda a todo el mundo, pero la dosis o la frecuencia con la que hay que tomarla deben ser recomendadas por el médico! Proporcionar vitaminas o suplementos adicionales sin consultarlo con un pediatra o realizar previamente los análisis necesarios es peligroso para los niños. Siempre, antes de la visita al médico, vale la pena realizar una prueba de sangre básica, así como otra prueba adicional para verificar el nivel de microelementos en el organismo del niño (p.ej., el nivel de la vitamina D3) - a base de esta información, el médico será capaz de tomar medidas más rápidamente. Sin embargo, existen métodos para reforzar la inmunidad, que vamos a recomendar más adelante y que no tienes que consultar con un médico. Probablemente, algunas de ellas las sigues sin darte cuenta. ¿A qué métodos nos referimos?

Los padres se inclinan sobre una niña enferma. La cubren con una manta y acarician su cabeza.

Remedios caseros para reforzar el sistema inmune de los niños

Reforzar la inmunidad de los niños es todo un reto: debes hacerlo durante todo el año. Pero no te preocupes, no se trata de beber aceite de hígado de bacalao o comer espinacas todos los días. Estamos seguros de que ya sigues la mayoría de estos consejos :)

La vitamina C es tu amiga

Seguro que muchos de vosotros os acordáis de las pastillas de vitamina C muy agrias. Pero, ¿quién querría tomarlas más frecuentemente de lo necesario? Afortunadamente, hay muchas otras formas más sabrosas de proporcionar la vitamina C. En pocas palabras, podemos decir que para aportar la vitamina C al organismo del niño y cuidar de su salud, basta con convencer al pequeño para que coma una variedad de verduras y frutas con regularidad :)

Por ejemplo, podrás encontrar la vitamina C en:

  • grosellas negras,
  • perejil,
  • pimientos rojos,
  • rábano picante,
  • coles de bruselas,
  • fresas,
  • fresas silvestres,
  • kiwis,
  • limones,
  • naranjas,

La vitamina C refuerza el sistema inmune, mientras que su consumo regular reduce el riesgo de resfriado. ¡Recuerda que la vitamina C no reducirá el tiempo de una infección cuando el niño ya esté enfermo!

Si tu hijo es un quisquilloso para comer, es bueno garantizar más comodidad a la hora de comer. Una trona para bebés cómoda como SIENNA o ENOCK, es lo básico. No se trata sólo de asegurarse de una postura correcta mientras come, sino también de la anchura del asiento y la altura del respaldo. Lo mejor es que esté contorneada.

Además, presta atención a la bandeja: la falta de una bandeja puede desanimar al niño a comer. Esto se debe principalmente a que los niños de cierta edad quieren ser autónomos y les gusta más comer con las manos que con una cuchara entregada por los padres. Simplemente, tienes que elegir una trona que sea fácil de limpiar y ofrecerle a tu pequeño algo de libertad.

Ácidos grasos omega-3

Los ácidos grasos omega-3 son muy importantes para el cuerpo humano. Tienen efectos positivos en la función cerebral, así como refuerzan el sistema inmune. Los ácidos grasos omega-3 se encuentran principalmente en los pescados grasos, por lo tanto, con miras a los niños caprichosos para comer, se desarrollaron los aceites de pescado fácilmente absorbibles. Sin embargo, siendo sinceros, no hay muchos niños (ni adultos) que quieran tomar aceite de hígado de bacalao a diario.

Afortunadamente, los ácidos grasos omega-3 también se encuentran en otros ingredientes que vale la pena incluir en la dieta cotidiana. Son los siguientes:

  • aceite de linaza,
  • nueces de Castilla,
  • pescados (fletán, salmón, arenque, bacalao, caballa, sardinas),
  • brócoli,
  • semillas de chía.
El  padre vestido de chaqueta se inclina hacia un niño sentado en un carrito de bebé. El niño sonríe, hay hojas de otoño alrededor

Camina mucho

Una de las mejores maneras de reforzar el sistema inmune de los niños es dar paseos diarios. Intenta pasar al menos una hora al aire libre con tu bebé. No obstante, recuerda que tampoco debes exagerar: si el niño está resfriado, hace muy mal tiempo o, simplemente, hace demasiado frío, no salgas a pasear. Sin embargo, en otoño, cuando no llueve, podéis intentar caminar tanto como sea posible, incluso cuando haga frío. ¡Abriga bien a tu hijo, no olvides la bufanda e id juntos a recoger las castañas o las hojas de colores!

Al principio, el bebé puede ser desinteresado para salir de paseo. Puede que se le cansen las piernas o que simplemente se aburra. Para este tipo de problemas tenemos una solución en forma de bicicletas de equilibrio y triciclos. Elige una bicicleta ligera que puedas empujar mientras tu niño está corriendo o que cargarás libremente. Y cuando el niño se canse, podrás convencerlo rápidamente de que se tome un descanso activo ;)

Controla la humedad de tu casa

Especialmente en otoño e invierno, el aire dentro de las casas es extremadamente seco. Las ventanas cerradas, los radiadores encendidos y poca humedad en el exterior hacen que la mucosa nasal se reseque y sea más propensa a la irritación. Lo mismo ocurre con la garganta del bebé. Puede aparecer tos y problemas con la nariz: con la irritación es más fácil que el niño se resfríe cuando salga afuera donde hace frío.

La humedad óptima en el hogar debe estar entre el 40 y el 60%. Merece la pena comprar un humidificador de aire de buena calidad: un aire húmedo también significa un mejor sueño, que es lo esencial para el correcto desarrollo del niño.

El niño enfermo está bebiendo té caliente de una taza. Sobre la mesa hay un bote de jarabe de frambuesa para el resfriado.

¡Reacciona a los primeros síntomas de un resfriado!

Algunos padres no reaccionan a la hora de los primeros síntomas de un resfriado; no es de extrañar, no todo el mundo puede permitirse quedarse en la casa con el niño en cuanto éste tenga un catarro. Pero hay otras formas que os permitirán hacer frente a los primeros síntomas de una infección con facilidad.

Lo primero es, por supuesto, el jarabe de cebolla. Las cebollas contienen sustancias antibacterianas, así como los minerales que fortalecen el organismo (azufre, silicio, zinc). Además, también están llenas de vitamina C.

Para combatir los resfriados ayudará también la leche dorada, es decir, la leche caliente con miel y jengibre. Adicionalmente se puede añadir cúrcuma. Todos estos ingredientes tienen un efecto calmante para el dolor de garganta y también un efecto antibacteriano.

El té con zumo de frambuesa o jengibre con miel y limón es también uno de los remedios más eficaces. Sin embargo, ten en cuenta que los tés clásicos contienen taurina y cafeína, que no son recomendables para los niños, especialmente para los más pequeños. Opta por tés de frutas naturales o, p.ej., el té rooibos.

Un baño caliente también puede ayudar, sobre todo si el bebé tiene frío (por ejemplo, después de jugar afuera cuando hace frío). Un baño caliente ayudará al niño a relajarse y también calentará su cuerpo. Además, es posible añadir al agua algunas gotas de aceites esenciales, p.ej. de eucalipto o de pino, si el bebé presenta los primeros síntomas de obstrucción nasal. Este baño también puede abrir las vías respiratorias.

Una mujer de pelo oscuro está acostada en una cama, a su lado, en una cuna colecho, duerme un bebé. La mujer sonríe, el niño, vestido de un body de manga larga, duerme tranquilamente.

Ayuda al niño durante la noche

La regeneración nocturna es lo esencial, así que asegúrate de que tu niño se acuesta pronto y duerme lo suficiente. Además, es importante cuidar de que nada lo despierte. Es muy difícil, pero, p.ej., gracias al ajuste del ángulo de inclinación de colchón (en la cuna colecho NESTE UP o UNO UP) será más fácil para tu hijo respirar por la noche cuando tenga mocos.

La nariz tapada y la tos nocturna son causas comunes de las noches de insomnio. Por ello, intenta utilizar aceites esenciales o parches de inhalación en las pijamas, cuyos aromas destaparán la nariz de tu bebé. Para la tos, utiliza los jarabes, pero solamente después de consultarlo con un médico. Se necesita un jarabe para la noche y otro para el día, así como uno para la tos húmeda y otro diferente para la tos seca.

Esperamos que, después de poner en práctica estas recomendaciones, puedas notar un cambio ya en la próxima temporada. Las infecciones frecuentes son un gran problema no sólo para los padres, sino especialmente para los niños. ¡Recuerda que la enfermedad siempre debe ser curada hasta el final! De lo contrario, el niño se seguirá enfermando, porque su organismo no será lo suficientemente fuerte para regenerarse.

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